domingo, 27 de febrero de 2022

ANIMAR UN GRUPO DE CATEQUESIS

 1. LA PREPARACIÓN

Cada encuentro de catequesis con un grupo debe ser preparado cuidadosamente.

Los catequistas de un mismo año de catequesis deben reunirse regularmente -una vez al mes o a la semana- para preparar las catequesis.

Días antes al encuentro de catequesis el catequista tiene que encontrar tiempo personal para:

  - Retomar el tema de la catequesis, recordando las reflexiones hechas con los otros catequistas.

  - Determinar el desarrollo de la catequesis

  - Hacer él mismo lo que propondrá a los catequizandos

  - Orar y asimilar el tema de la catequesis

El día de la catequesis todo debe estar preparado un cuarto de hora antes de empezar:

  - Verificar que el ambiente esté limpio y acogedor

  - Encender la calefacción si es necesario

  - Preparar el papel, lápices, cartulinas... para la actividad y la oración

  - Llevar una Biblia, el libro de catequesis...


2. LA ACOGIDA DE LOS CATEQUIZANDOS

Cada niño debe sentirse personalmente atendido y escuchado.

Acojamos a cada catequizando por su nombre.

Dediquemos algunos minutos al comienzo de la catequesis para intercambiar noticias, mirar los cuadernos, ver que han llevado...

Demos a cada uno tiempo para que prepare sus materiales de trabajo.

Pidamos noticias e información sobre los ausentes.

Hablar con los padres que llevan a sus hijos a catequesis.


3. LOS DIVERSOS MOMENTOS DE UNA CATEQUESIS

La atención de los niños es breve. Se deben usar medios pedagógicos dinámicos y variados.

Cada catequesis comprenderá distintas secuencias de diversa duración (de 5 a 15 minutos). Indicamos algunos:

  _ Momento de acogida: una palabra personal a cada uno, intercambio de noticias...

  _ Momento de lanzamiento del tema: presentación del tema, qué descubrimos el último día...

  _ Momento de lectura: texto bíblico, testimonio de algún personaje, poesía, artículo periodístico...

  _ Momento de apropiación y de re-expresión de aquello que se ha descubierto: a través de dibujos, gestos, paneles...

  _ Momento de interiorización: oración, cantos, silencios...

Estos momentos no se suceden siempre en el mismo orden. No es obligatorio que estén todos en cada catequesis.


4. DIÁLOGO Y PREGUNTAS

En el desarrollo de los encuentros, el catequista y los catequizandos crecen juntos en su relación con Dios.

El diálogo en el grupo es indispensable. Para favorecerlo se debe:

      _ Mirar al que está hablando

      _ Ser capaces de reformular aquello que se ha dicho

      _ Hacer preguntas y suscitarlas

Una pregunta puede ser abierta o cerrada. La "abierta" requiere respuestas variadas, suscita una reflexión. La pregunta "cerrada" requiere una sola respuesta.

Hagamos una sola pregunta cada vez. No tengamos miedo a un tiempo de silencio después de la pregunta.

Si emergen varias preguntas a la vez, escribámoslas.


5. SITUACIONES DIFÍCILES

Puede presentarse varias dificultades. Frecuentemente se derivan de los mismos catequizandos:

   - Son numerosos: busquemos de hacer subgrupos a la hora de estudiar un texto, de hacer una actividad...

  - No están muy motivados: confiemos alguna responsabilidad.

  - Son tímidos: preveamos un breve tiempo de reflexión personal antes de una discusión en grupo; propongamos que escriban la respuesta o se la digan al oído al catequista.

Tiene graves problemas (sociales, psicológicos, familiares...) es necesario una pedagogía adaltada a cada caso.


6. DESPUÉS DEL ENCUENTRO DE CATEQUESIS

Es indispensable hacer una breve revisión "para mejorar el propio servicio catequístico".

Después de cada catequesis: anotemos las reacciones de los catequizandos, el modo como hemos vivido el encuentro...

Evaluemos regularmente nuestra praxis catequética, solos o con otros.

Tres puntos a tener en cuenta:

   - El catequista desarrolla una función de animación del grupo: cómo ha sido nuestra acogida, hemos favorecido el respeto de las normas del grupo...

  - El catequista desarrolla una función enseñante: cómo hemos ayudado a los catequizandos a acceder al texto bíblico, cómo los hemos iniciado en el vocabulario cristiano, cómo los hemos hecho descubrir los testimonios de fe...

  El catequista desarrolla una función de testimonio: ¿hemos anunciado de verdad la fe de la Iglesia (o nuestras ideas personales)?...

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