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jueves, 27 de julio de 2023

CORNELIO

 Había en la ciudad de Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica, algo parecido a un capitán del ejército actual. Era un hombre piadoso y generoso con sus bienes y dinero.

Una tarde, mientras estaba en su casa, se le apareció un ángel de Dios que le dijo: "Cornelio, tus oraciones y tus limosnas han llegado hasta la presencia de Dios". Porque tanto él como toda su familia hacían el bien de corazón.

El ángel le dijo que enviase a la ciudad de Joppe a buscar a San Pedro que se hospedaba allí junto al mar. Apenas se fue el ángel, llamó a los dos criados y a un soldado de confianza, les contó todo y los mandó a Joppe.

San Pedro, que había sido también avisado por un ángel, les estaba esperando y les salió al encuentro diciéndoles: "Yo soy el que buscáis". Les dijo hospedaje y, después de que descansaran, se fue con ellos por la mañana a Cesarea.

Cornelio había reunido a todos sus parientes y amigos íntimos, que amaban tanto a Dios como él. Cuando San Pedro llegaba, Cornelio salió a su encuentro y cayó de rodillas a sus pies. Él le dijo: "Levántate, solo soy un hombre".

San Pedro le  habló de Jesús a él, a su familia y amigos, de cómo había venido al mundo a salvar a todos los hombres, había muerto en la cruz y resucitado. Ellos son tstigos de esto porque vivieron con él y le vieron resucitar.

Les contó cómo muchos judíos al oír hablar de las cosas que hizo Jesús y de sus enseñanzas se unían al grupo de sus discípulos. La puerta de entrada era en Bautismo y la conversión de sus pecados...

Cornelio y toda su familia escucharon con atención a San Pedro y todos se bautizaron. Cornelio se convirtió así en el primer gentil -es decir, no judío- que llegaba al conocimiento y amor de Jesús.

           

domingo, 2 de julio de 2023

JACOB Y ESAÚ

Isaac, el hijo de Abraham, conocido como el hijo de la Promesa, tuvo dos hijos. Uno fuerte y agreste, Esaú  y otro apacible y sencillo llamado Jacob. Esaú era el primogénito y, en aquella época, el primer hijo se llevaba todas las riquezas y bienes de la familia.

A Esaú le gustaba cazar y era el preferido de su padre Isaac, quien esperaba que cuando creciera se quedara con su herencia y todos sus bienes. En cambio, a Jacob le gustaba estar en su tienda y era el preferido de su madre Rebeca.

Un día Esaú llegó cansado del campo y sin haber cazado nada y vio que su hermano Jacob se estaba preparando un plato de lentejas. Jacob que era más listo que su hermano le dijo que le vendiera su primogenitura a cambio del plato de lentejas.

Esaú aceptó el trato y le dijo: "Estoy que me muerdo de hambre, ¡qué me importa la primogenitura?". Jacob le pidió que se lo prometiera. Esaú le prometió la primogenitura y se puso a comer el guiso de lentejas.

Cuando el padre de los dos, Isaac, se sintió anciano y se quedó ciego, llamó a Esaú para darle su bendición y entregarle todos sus bienes. Y le dijo: "Coge tu arco, caza algo y prepárame con ello algo de comer". Esaú no dijo nada de la promesa a Jacob.

Rebeca, la madre, lo escuchó todo y llamó a Jacob. Entre los dos prepararon un cabrito del rebaño que tenían y Rebeca vistió a Jacob con las ropas de su otro hijo Esaú. Como Esaú era peludo, Rebeca le puso a Jacob la piel de los cabritos en el cuello y los brazos.

Jacob le presentó a su padre el guiso de cabrito que había hecho. Isaac sospechaba algo y tocó a Jacob pero vio que era peludo y que las ropas eran las de Esaú. Isaac comió y después bendijo a Jacob y le hizo entrega de todos sus bienes.

Cuando Esaú volvió de cazar fue a pedir la bendición de su padre. Isaac se dio cuenta de que había sido engañado y se lo dijo a Esaú. Éste se enfadó pero ya era tarde, Jacob que también se llamó Israel fue el elegido y tuvo como descendencia un gran pueblo.